• RSS
  • Delicious
  • Digg
  • Facebook
  • Twitter


Investigadores de la Universidad de Michigan han descubierto un nuevo beneficio potencial de una
molécula en el té verde: evita el mal plegamiento de proteínas específicas en el cerebro. La agregación de estas proteínas, también conocidas como amiloides asociados al metal,
está asociada con la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Un artículo publicado recientemente en el Proceedings of the National Academy of Sciences explicó
cómo un miembro de la facultad del Instituto de Ciencias Vivas, Mi Hee Lim y un equipo interdisciplinario de investigadores usaron extracto de té verde para controlar la generación de agregados de β-amiloide asociados al metal con la enfermedad de Alzheimer en el laboratorio.
La molécula específica en el té verde, galato de epigalocatequina (EGCG), también conocida como 3-galato de epigalocatequina, impidió la formación agregada y rompió las estructuras agregadas existentes en las proteínas que contenían metales, específic
amente cobre, hierro y zinc. “Muchas personas están muy entusiasmadas con esta molécula”, dijo Lim, señalando que el EGCG y otros flavonoides en productos naturales han sido establecidos hace mucho tiempo como
poderosos antioxidantes. “Utilizamos un enfoque multidisciplinario. Este es el primer ejemplo de investigaciones multidisciplinarias realizadas por tres investigadores principales con tres diferentes áreas de especialización”. El equipo de investigación inclu- yó químicos, bioquímicos y biofísicos. Mientras que muchos investigadores están investigando las pequeñas moléculas y amiloides asociados al metal, la mayoría están mirando desde una perspectiva limitada, dijo Lim, profesor asistente de química y profesor asistente de investigación en el Instituto de Ciencias de la Vida, donde se encuentra su laboratorio y se lleva a cabo su investigación. “Pero creemos que uno tiene que tener una gran cantidad de enfoques trabajando de forma conjunta, porque el cerebro es muy
complejo”, dijo. El artículo de PNAS fue un punto de partida, dijo Lim, y el siguiente paso de su equipo es “ajustar” la molécula y luego probar su capacidad para interferir con la formación de placa en las moscas de la fruta. “Queremos modificarlos para el cerebro, específicamente para interferir con las placas asociadas con la enfermedad de Alzheimer”, dijo.
Mayor información:
www.umich.edu