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Lo que el niño come o bebe puede empeorar la diarrea. Cambiar la alimentación puede aliviar algunos tipos de diarrea.
En la mayoría de los casos, usted debe seguir alimentando al bebé o niño como lo hace normalmente. La mayoría de los niños pueden preservar los nutrientes que pierden por la diarrea si aumentan la cantidad de comida que ingieren. En los bebés, continúe siempre con la alimentación materna o con leche maternizada.
Muchos niños desarrollan intolerancia a la lactosa leve y temporal. Continuar con productos lácteos puede prolongar la diarrea, pero también puede permitir un regreso más rápido a la alimentación regular. Los bebés que consumen alimentos sólidos pueden continuar haciéndolo, siempre que no los vomiten.
El apetito normal es a menudo el último comportamiento en normalizarse después de una enfermedad y a los niños se les debe permitir tomarse su tiempo para retornar a sus hábitos alimentarios normales. No hay una alimentación específica que se recomiende para combatir la diarrea, pero los niños suelen tolerar mejor las comidas suaves. Los agentes formadores de masa, como los almidones, las frutas y las verduras, algunas veces ayudan a producir heces más sólidas, mientras que los jugos de frutas pueden aflojarlas.
Para algunos niños, un retorno a su alimentación regular también puede traer consigo un retorno de la diarrea, lo cual generalmente se debe a una leve dificultad que el intestino tiene para absorber los alimentos regulares. Este tipo de diarrea por lo regular no dura tanto, es diferente de la diarrea que se presentó durante la enfermedad real y no requiere ningún tratamiento, siempre que no haya otros síntomas.
La diarrea causada por antibióticos puede reducirse dándole al niño yogur con cultivos activos o vivos (buscar la información en las etiquetas). Si la diarrea persiste, consulte con el médico el posible cambio o suspensión del antibiótico. No suspenda el tratamiento con antibióticos sin consultarlo con el pediatra.
Líquidos:
El consumo de líquidos es muy importante porque un niño con diarrea se deshidrata fácilmente. La deshidratación es una afección grave en los bebés y en los niños pequeños. Es necesario reponer los líquidos perdidos. La reposición de líquidos (rehidratación) en todos los niños se hace bebiendo algo, excepto en el caso de los más gravemente deshidratados o aquellos que no pueden retener ningún líquido.
Para la mayoría de los niños, cualquier líquido que normalmente tomen debe ser suficiente. Demasiada agua sola, a cualquier edad, puede ser dañina porque ésta no contiene azúcares ni electrolitos importantes, como el sodio.
Las soluciones para la rehidratación incluyen Rehydralyte y la Solución de Rehidratación Oral de la Organización Mundial de la Salud. Otros productos, como Pedialyte e Infalyte, pueden ayudar a mantener a un niño hidratado y a prevenir la deshidratación. Algunas de estas soluciones están disponibles en los supermercados o farmacias y no necesitan una receta. Sin embargo, se debe consultar con el médico antes de usarlas en bebés.
Las paletas de helados o las gelatinas pueden ser excelentes fuentes de líquidos claros, especialmente si el niño está vomitando. De esta manera, usted puede darle al niño grandes cantidades de líquidos en forma lenta y evitar llenar demasiado el estómago. Esto es especialmente importante si el estómago ya se encuentra irritado por una infección.
Para la mayoría de los niños, es suficiente beber más líquidos, pero ocasionalmente es necesario administrar líquidos por vía intravenosa (IV). Los líquidos administrados por vía IV corrigen la deshidratación en forma más rápida que los que se administran por vía oral.
CONSULTE CON EL MÉDICO SI:
  • El niño está mucho menos activo de lo normal (no se sienta del todo ni mira a su alrededor).
  • La diarrea contiene sangre o moco.
  • La diarrea se presenta al cabo de una semana de viaje por fuera de los Estados Unidos o después de una salida de campo (la diarrea puede deberse a bacterias o parásitos y requerir tratamiento).
  • La diarrea está acompañada por múltiples episodios de vómitos, fiebre o cólicos abdominales.
  • La diarrea es grave o dura más de 2 ó 3 días.
  • La diarrea reaparece una y otra vez o el niño está bajando de peso.
  • El niño tiene signos de deshidratación (llamar inmediatamente):
    • boca reseca y pegajosa
    • no ha orinado durante 6 horas
    • no tiene lágrimas al llorar
    • ojos hundidos
El médico puede recetar medicamentos para ayudar a controlar la diarrea. Consúltele antes de usar antidiarreicos de venta libre, dado que pueden ser ineficaces o potencialmente peligrosos.
Fuente: www.nlm.nih.gov