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sustancias cristalinas, casi siempre de sabor dulce;
tienen carácter ácido como propiedad
básica y actividad óptica; químicamente
son ácidos carbónicos con, por lo menos,
un grupo amino por molécula, 20 aminoácidos
diferentes son los componentes esenciales de las proteínas.
Aparte de
éstos, se conocen otros que son componentes de las paredes
celulares. Las plantas pueden sintetizar todos los aminoácidos,
nuestro cuerpo solo sintetiza 16, aminoácidos, éstos,
que el cuerpo sintetiza reciclando las células muertas
a partir del conducto intestinal y catabolizando las proteínas
dentro del propio cuerpo.
Los aminoácidos
son las unidades elementales constitutivas de las moléculas
denominadas Proteínas. Son pues, y en un muy elemental
símil, los "ladrillos" con los cuales el organismo
reconstituye permanentemente sus proteínas específicas
consumidas por la sola acción de vivir.
Proteínas
que son los compuestos nitrogenados más abundantes del
organismo, a la vez que fundamento mismo de la vida. En efecto,
debido a la gran variedad de proteínas existentes y como
consecuencia de su estructura, las proteínas cumplen funciones
sumamente diversas, participando en todos los procesos biológicos
y constituyendo estructuras fundamentales en los seres vivos.
De este modo, actúan acelerando reacciones químicas
que de otro modo no podrían producirse en los tiempos necesarios
para la vida (enzimas), transportando sustancias (como la hemoglobina
de la sangre, que transporta oxígeno a los tejidos), cumpliendo
funciones estructurales (como la queratina del pelo), sirviendo
como reserva (albúmina de huevo), etc.
Los alimentos
que ingerimos nos proveen proteínas. Pero tales proteínas
no se absorben normalmente en tal constitución sino que,
luego de su desdoblamiento ("hidrólisis" o rotura),
causado por el proceso de digestión, atraviesan la pared
intestinal en forma de aminoácidos y cadenas cortas de
péptidos, según lo que se denomina " circulación
entero hepática".
Esas sustancias
se incorporan inicialmente al torrente sanguíneo y, desde
allí, son distribuídas hacia los tejidos que las
necesitan para formar las proteínas, consumidas durante
el ciclo vital.
Se sabe que
de los 20 aminoácidos proteicos conocidos, 8 resultan indispensables
(o esenciales) para la vida humana y 2 resultan "semi indispensables".
Son estos 10 aminoácidos los que requieren ser incorporados
al organismo en su cotidiana alimentación y, con más
razón, en los momentos en que el organismo más los
necesita: en la disfunción o enfermedad. Los aminoácidos
esenciales más problemáticos son el triptófano,
la lisina y la metionina. Es típica su carencia en poblaciones
en las que los cereales o los tubérculos constituyen la
base de la alimentación. Los déficit de aminoácidos
esenciales afectan mucho más a los niños que a los
adultos.
Hay que destacar
que, si falta uno solo de ellos (Aminoácido esenciales)
no será posible sintetizar ninguna de las proteínas
en la que sea requerido dicho aminoácido. Esto puede dar
lugar a diferentes tipos de desnutrición, según
cual sea el aminoácido limitante.
Fuente: www.alimentacion-sana.com.ar