Dada sus valiosas propiedades nutricionales así como el impacto positivo que puede tener sobre la salud su consumo diario en pequeñas cantidades, debemos encontrar variadas formas de incorporar frutos secos a la dieta, tarea no muy compleja debido a la versatilidad y larga vida que estos ingredientes poseen.
Podemos incorporar frutos secos a modo de aperitivos o snacks entre horas, también podemos añadir nueces o almendras picadas a un yogur o tazón de leche para el desayuno o merienda. Otra opción es incluir piñones o cacahuates a una salsa para pastas, como puede ser la salsa pesto, salsa romesco o salsa de nueces.
También pueden ser la fuente de grasas de nuestra ensalada o de un relleno de pastas y pueden formar parte de un pan como este pan de canela con nueces, o de un pastel como esta receta depastel de manzana, almendras y moscatel.
Otra alternativa es picar los frutos secos finamente y rebozar con ellos junto al pan rallado o utilizarlos para formar una costra tostada de una carne. También se puede hacer un puré de frutos secos y utilizar esta pasta para untar galletas o pan, un ejemplo de esta preparación es este puré de castañas.
Una última opción para incorporar frutos secos a la dieta es elaborar una sopa con ellos, como demuestra esta sopa de avellanas muy fácil de preparar.
Son alimentos fáciles de trasladar, no requieren condiciones especiales para conservarse y pueden utilizarse en preparaciones saladas o dulces, frías o calientes, por ello, no puedes dejar deincorporar frutos secos a tu dieta y disfrutar de sus grandes propiedades nutricionales.